Génesis, 26
8. Cuando ya llevaba algún tiempo entre ellos, un día Abimelec, rey de los filisteos, mirando por una ventana, vio que Isaac acariciaba a Rebeca, su mujer.
8. Cuando ya llevaba algún tiempo entre ellos, un día Abimelec, rey de los filisteos, mirando por una ventana, vio que Isaac acariciaba a Rebeca, su mujer.
“Meu Deus, perdoa-me. Nunca Te ofereci nada na minha vida e, agora, por este pouco que estou sofrendo, em comparação a tudo o que Tu sofreste na Cruz, eu reclamo injustamente!” São Padre Pio de Pietrelcina