15. Al tener noticia de la expedición de Nicanor y del asalto de los gentiles, esparcieron sobre sí polvo e imploraron a Aquél que por siempre había establecido a su pueblo y que siempre protegía a su propia heredad con sus manifestaciones.





“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina