15. El sacerdote depositará la ofrenda sobre el altar y le arrancará la cabeza. Luego hará arder la cabeza sobre el altar y escurrirá la sangre de la víctima por la pared del mismo.





“Um dia você verá surgir o infalível triunfo da justiça Divina sobre a injustiça humana”. São Padre Pio de Pietrelcina