13. Él envió un fuego desde lo alto, lo hizo bajar hasta mis huesos. Tendió una red a mis pies, me hizo retroceder. Me convirtió en una desolación, estoy siempre dolorida.





“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina