7. ¡Por la vida de Nabucodonosor, rey de toda la tierra, y por el poder de él, que te envió para poner en orden a todos los vivientes! Gracias a ti, no sólo lo sirven los hombres, sino que también, gracias a tu fuerza, las fieras, el ganado y las aves del cielo vivirán sometidos a Nabucodonosor y a toda su dinastía.





“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina