Jeremías, 1

El Libro del Pueblo de Dios

1 Palabras de Jeremías, hijo de Jilquías, uno de los sacerdotes de Anatot, en territorio de Benjamín.




Versículos relacionados com Jeremías, 1:

Jeremías 1 presenta el llamado de Jeremías para ser un profeta del Señor, así como algunas visiones y palabras de aliento que Dios le da. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en este capítulo:

Isaías 6:8: "Entonces escuché la voz del Señor, recordando:" ¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros? "Y yo respondí:" Aquí estoy. ¡Envíame! "" Este versículo muestra la voluntad de un siervo de Dios para seguir su voluntad, incluso sin saber exactamente lo que le espera. Esta actitud es similar a Jeremías cuando responde al llamado del Señor.

Éxodo 4:10-12: "¡Moisés respondió al Señor, Ah, Señor! Nunca fui elocuente, en el pasado o ahora que hablaste con tu siervo. No tengo facilidad de palabra o dicción, porque estoy pesado con la boca y lengua. "El Señor,", ¿quién le dio una boca al hombre? ¿Quién lo hizo sordo o tonto? ¿Quién le da una vista o lo hace ciego? ¿No soy yo, el Señor? Ahora, vete; estaré con la boca y enseñarte que hablarás ". Moisés, como Jeremías, inicialmente reacio a aceptar el llamado de Dios debido a sus propias inseguridades y limitaciones. Pero Dios promete estar con él y permitirle hacer su voluntad.

Jeremías 29:11: "Porque yo soy quien conozco los planes que tengo para ti", dice el Señor, "planea hacer que prosperen y no dañarlos, planea darles esperanza y un futuro". Este versículo muestra que Dios tiene un plan para la vida de uno, así como tenía un plan específico para Jeremías. Esta promesa de Dios es una fuente de aliento para todos los que buscan cumplir con el propósito divino en sus vidas.

Hechos 26:16: "¡Levántate! ¡Ponte! Te aparecí para elegirte como sirviente y como testigo de lo que viste de mí y lo que te mostraré". En este versículo, Pablo informa su propio llamado para ser un apóstol y cómo Dios lo eligió y le permitió ser un testimonio de su gracia. Al igual que Pablo y Jeremías, Dios llama a sus siervos para ser sus testigos ante el mundo.

2 Timoteo 1:7: "Porque Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de poder, amor y equilibrio". Este versículo enfatiza que, aunque podemos sentirnos intimidados o temerosos al cumplir con la voluntad de Dios, nos ha dado el espíritu de poder y amor para superar estas dificultades. Es un recordatorio de que, como Jeremías, podemos confiar en Dios para permitirnos y fortalecernos en nuestra misión.


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