10. Rispá, hija de Aiá, tomó una lona y la tendió para poder recostarse sobre la roca. Así estuvo desde el comienzo de la cosecha hasta que las lluvias cayeron del cielo sobre los cadáveres, espantando durante el día a las aves del cielo y durante la noche a las fieras del campo.





“Nas tentações, combata com coragem! Nas quedas, humilhe-se mas não desanime!” São Padre Pio de Pietrelcina