Found 36 Results for: tranquilo

  • Los dos muchachos crecieron. Esaú llegó a ser un experto cazador y un hombre de campo abierto, mientras Jacob era un hombre tranquilo a quien le gustaba estar en la tienda. (Génesis 25, 27)

  • Aquel día Moab fue sometido a Israel, y el país quedó tranquilo ochenta años. (Jueces 3, 30)

  • Ellos ya no lo dejaron tranquilo hasta que lo eliminaron. (Jueces 4, 24)

  • Galaad se quedó al otro lado del Jordán y, ¿por qué se quedó Dan en sus naves? Aser se ha quedado a orillas del mar, tranquilo está en sus puertos. (Jueces 5, 17)

  • Cuando lleguen, encontrarán un pueblo tranquilo. El país es espacioso, Dios lo ha puesto en nuestras manos, es un lugar en el que no falta nada de lo que puede haber sobre la tierra.» (Jueces 18, 10)

  • Ellos tomaron el dios que Miqueas se había fabricado y el sacerdote que tenía a su servicio, y marcharon contra Lais, pueblo tranquilo y confiado. Pasaron a cuchillo la población e incendiaron la ciudad. (Jueces 18, 27)

  • Noemí dijo a su nuera: «Hija mía, ¿no es mi obligación asegurarte un porvenir tranquilo? (Rut 3, 1)

  • Después dijo Samuel: «Tráiganme a Agag, rey de los amalecitas.» Y vino Agag hacia él muy tranquilo, pues pensaba: «Ha pasado el peligro.» (1 Samuel 15, 32)

  • El rey ordenó que lo sacaran de donde estaba y que fuera a verlo. Cuando lo tuvo en su presencia le dijo: «Márchate a tu casa tranquilo.» (1 Reyes 1, 53)

  • Entre tanto el reinado de Josafat fue tranquilo, y su Dios le dio paz por todos lados. (2 Crónicas 20, 30)

  • Ragüel, que oyó esto, dijo al joven: «Come y bebe tranquilo, porque eres el único que tiene derecho a casarse con mi hija; no puedo darla a otro sino a ti, ya que eres mi pariente más cercano. Ahora debo decirte la verdad: (Tobías 7, 10)

  • «¡Cuélguenlo allí!», mandó el rey. Y Amán fue colgado de la horca que tenía preparada para Mardoqueo. Con esto quedó tranquilo el rey. (Ester 7, 10)


“Não desperdice suas energias em coisas que geram preocupação, perturbação e ansiedade. Uma coisa somente é necessária: elevar o espírito e amar a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina