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  • cuatrocientas monedas de plata por un terreno, ¿no sería lo justo para ambos? Pues bien, sepulta a tu difunta.» (Génesis 23, 15)

  • Onán sabía que aquella descendencia no sería suya, y así, cuando tenía relaciones con su cuñada, derramaba en tierra el semen, para no darle un hijo a su hermano. (Génesis 38, 9)

  • No habitarán en tu tierra, no sea que te lleven a servir sus dioses y a pecar contra mí: eso sería tu ruina. (Exodo 23, 33)

  • El que al tercer día comiere carne del sacrificio de comunión, su sacrificio no sería recibido por Dios, y no sería de ningún provecho para el que lo ofreció; sería una cosa fea y el que la comiere cargaría con un pecado. (Levítico 7, 18)

  • No entregarás a tu hijo, quemándolo según el rito de Moloc, pues sería deshonrar el nombre de tu Dios. ¡Yo soy Yavé! (Levítico 18, 21)

  • No jurarán en falso por mi Nombre porque esto sería deshonrar el nombre de tu Dios. ¡Yo soy Yavé! (Levítico 19, 12)

  • Al este, frente a la Morada, delante de la Tienda de las Citas hacia oriente, acampaban Moisés y Aarón con sus hijos, que estaban en cargados del Santuario en nombre de los hijos de Israel. Cualquier laico que se acercara, sería muerto. (Números 3, 38)

  • Si se mataran para ellos rebaños de ovejas y de bueyes, ¿tendrían bastante? Si se recogieran para ellos todos los pescados del mar, ¿sería suficiente? (Números 11, 22)

  • ¿Por qué Yavé nos lleva a esa tierra? ¿Para que allí nos maten a espada y para que nuestras mujeres y nuestros niños sean esclavos? ¿No sería mejor para nosotros volver a Egipto?" (Números 14, 3)

  • el primer marido que la repudió no podrá volver a tomarla por esposa, ya que pasó a ser para él como impura. Sería una abominación a los ojos de Yavé que la volviera a tener. No manches la tierra que Yavé te dará en herencia. (Deuteronomio 24, 4)

  • No se tomará en prenda el molino, ni la muela de piedra del molino, porque ello sería tomar en prenda la vida misma. (Deuteronomio 24, 6)

  • Estas ciudades fueron señaladas para todos los hijos de Israel y para los forasteros que habitaban entre ellos, a fin de que sirvieran de asilo al que sin querer hubiese muerto a un hombre. Ese no sería muerto por el pariente de la víctima antes de haber sido juzgado por la comunidad. (Josué 20, 9)


“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina