Found 26 Results for: sentir

  • Jacob se acercó y le besó. Al sentir Isaac el perfume de su ropa, lo bendijo con estas palabras: "¡Oh!, el olor de mi hijo es el de un campo al que Yavé bendijo. (Génesis 27, 27)

  • y al sentir que yo levantaba la voz y gritaba, salió huyendo y dejó su ropa en mis manos.» (Génesis 39, 15)

  • Como el hambre se hacía sentir más y más en todos los paises, de todas partes venían a Egipto a comprar trigo a José. (Génesis 41, 57)

  • Pero apenas entró en Gat, la mano de Yavé se dejó sentir sobre la ciudad, provocando gran terror a toda la gente; desde el más pequeño hasta el mayor fueron castigados, saliéndoles tumores. (1 Samuel 5, 9)

  • Después de esta derrota los filisteos no se atrevieron a invadir más el territorio de Israel. Así la mano de Yavé se hizo sentir contra los filisteos mientras vivió Samuel: (1 Samuel 7, 13)

  • El día nueve del cuarto mes de este año once, el hambre se hizo sentir muy fuerte en la ciudad y faltó el pan para la gente del pueblo. (2 Reyes 25, 3)

  • También en Judá se dejó sentir la mano de Dios que les dio un mismo corazón para cumplir el mandato del rey y de los jefes, según la palabra de Yavé. (2 Crónicas 30, 12)

  • Hazme sentir tu amor desde la mañana, pues en ti yo confío; haz que sepa el camino que he de seguir, pues levanto a ti mi alma. (Salmos 143, 8)

  • Un rey sabio pasa a los malos por el cedazo, les hace sentir el peso de su justicia. (Proverbios 20, 26)

  • Las montañas tiemblan si las mira, al sentir su trueno la tierra se estremece. (Sirácides (Eclesiástico) 43, 16)

  • De puro susto comienzan a temblar y a sentir dolores y se retuercen como mujeres que dan a luz. Se miran unos a otros, el miedo se dibuja en sus rostros ardientes. (Isaías 13, 8)

  • Aquel día, al sentir el fuerte sonido de la trompeta, acudirán los que andaban perdidos por el país de Asur y los que estaban desparramados por la tierra de Egipto, y adorarán a Yavé en el cerro santo de Jerusalén. (Isaías 27, 13)


“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina