Found 211 Results for: cuerpo

  • ¡Quéjate, Jesbón, porque Ar ha sido destruida. Griten, hijas de Rabbá! ¡Vístanse con sacos, lloren, anden llenas de cortaduras en el cuerpo! Pues Melcom parte al destierro, junto con sus sacerdotes y príncipes. (Jeremías 49, 3)

  • Sus nazireos eran más puros que la nieve, más blancos que la leche, de cuerpo más rojo que corales; su cara, un zafiro. (Lamentaciones 4, 7)

  • Sobre su cuerpo y sobre su cabeza vuelan las lechuzas, las golondrinas y otras aves, y también los gatos andan sobre ellos. (Baruc 6, 21)

  • Vistos de frente, los cuatro seres tenían aspecto humano, pero la cara derecha de su cuerpo era cara de león, y su cara izquierda, cara de toro. Los cuatro tenían tambiénuna cara de águila. (Ezequiel 1, 10)

  • Sus alas estaban desplegadas hacia arriba; cada uno tenía dos alas que se juntaban con las de sus compañeros, y dos alas que le cubrían el cuerpo. (Ezequiel 1, 11)

  • en todas las entradas de camino levantaste un montículo. Profanaste tu belleza, ofreciste tu cuerpo a cuantos pasaban y te revolcaste en la perdición. (Ezequiel 16, 25)

  • Funcionarios, prefectos, gobernadores y consejeros del rey se acercaron para verlos: el fuego no había tenido ningún poder sobre su cuerpo, sus cabellos no estaban chamuscados, sus pantalones no habían sufrido ningún daño y ni siquiera tenían olor a humo (Daniel 3, 94)

  • Nabucodonosor exclamó: «Bendito sea el Dios de Sidrac, Misac y Abdénago que envió a su ángel a librar a sus siervos que, confiando en él, desobedecieron la orden del rey y entregaron su cuerpo al fuego antes que servir y adorar a ningún otro fuera de su Dios (Daniel 3, 95)

  • E inmediatamente se cumplieron esas palabras en Nabucodonosor: fue arrojado de entre los hombres, se alimentó de hierba, como los bueyes, el rocío del cielo mojó su cuerpo, de modo que le crecieron los cabellos como plumas de águila y las uñas como las de las aves (Daniel 4, 30)

  • Pero, mientras yo recordaba las palabras orgullosas del Cuerno con ojos y boca de hombre que había visto antes, este animal fue muerto a mi vista, y su cuerpo, destrozado y entregado al fuego. (Daniel 7, 11)

  • Su cuerpo era como de crisólito, su rostro era como el brillo del relámpago, sus ojos como antorchas encendidas, sus brazos y piernas brillantes como bronce pulido, y el rumor de sus palabras como el rumor de una multitud (Daniel 10, 6)

  • Y si alguno le llega a preguntar: «¿Por qué tienes entonces esas cicatrices en tu cuerpo?», él se defenderá diciendo: «Son heridas que me hicieron mis amigos.» (Zacarías 13, 6)


“Cada Missa lhe obtém um grau mais alto de gloria no Céu!” São Padre Pio de Pietrelcina