10. La tristeza que viene de Dios lleva al arrepentimiento y realiza una obra de salvación que no se perderá. Por el contario, la tristeza que inspira el mundo provoca muerte.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina