Jueces, 14
20. Uno de los compañeros que habían estado con él se quedó con su esposa.
20. Uno de los compañeros que habían estado con él se quedó con su esposa.
Jueces 14 cuenta la historia de Sansón, uno de los jueces de Israel, que le pide a sus padres que busquen una esposa para él entre los filisteos. Están de acuerdo, pero Sansón se enamora de una mujer que no complace a sus padres. Durante la boda, Sansón propone un acertijo a los invitados de la fiesta, que solo se resuelven con la ayuda de la esposa de Sansón. Se enfurece y mata a treinta hombres filistinos para cumplir la apuesta. A continuación hay cinco versos relacionados con los temas cubiertos en los jueces 14.
Proverbios 14:15: "El tonto cree en todo, pero el hombre prudente sabe cómo pensar en sus acciones". Sansón actúa impulsivamente en los jueces 14, siendo llevado por sus emociones y deseos sin considerar las consecuencias de sus acciones.
Eclesiastés 7:9: "No te apures por enojarte, ya que la irritación está en la raíz de muchos errores". La ira de Sansón por el rompecabezas del rompecabezas lo lleva a actuar apresuradamente y violentamente, matando a treinta hombres filistinos.
Isaías 1:18: "Ven, y déjenos decir el Señor," Incluso si tus pecados son como escarlatas, se volverán blancos como la nieve; incluso si son rojos como Carmesim, se volverán como lana blanca ". Incluso después de su error en los jueces 14, Sansón tiene la oportunidad de arrepentirse y encontrar la redención.
Mateo 7:6: "No das lo que es santo a los perros, ni arrojes sus perlas a los cerdos, porque los pisan y, girándolos, sacudiéndolos". La esposa de Samson en los jueces de 14 años, a pesar de ayudar a resolver el acertijo, termina traicionándolo y revelando la respuesta a los filisteos. Esto muestra la importancia de elegir cuidadosamente aquellos en los que confiamos.
Colosenses 3:23: "Todo lo que hacen, hacen con todo el corazón, en cuanto al Señor y no a los hombres". La historia de Sansón en los jueces 14 sirve como un recordatorio de que siempre debemos buscar la voluntad de Dios en nuestras acciones y no dejarnos liderar por nuestros propios deseos egoístas.
“De que vale perder-se em vãos temores?” São Padre Pio de Pietrelcina