29. Porque toda la casa de mi padre no merecía de parte de mi señor, el rey, nada más que la muerte. Y a pesar de todo, tú me has admitido entre tus comensales: ¿qué derecho tengo todavía de reclamar algo al rey?".





“Nossa Senhora está sempre pronta a nos socorrer, mas por acaso o mundo a escuta e se emenda?” São Padre Pio de Pietrelcina