27. Al terminar la súplica, empuñaron las armas y avanzaron un buen trecho fuera de la ciudad. Cuando estuvieron cerca de sus enemigos, se detuvieron.





“Reze, reze! Quem muito reza se salva e salva os outros. E qual oração pode ser mais bela e mais aceita a Nossa Senhora do que o Rosario?” São Padre Pio de Pietrelcina