29. Cada carro importado de Musrí costaba seiscientos siclos de plata; cada caballo, ciento cincuenta. En las mismas condiciones, por medio de esos agentes, se exportaban para todos los reyes hititas y para los reyes de Arám.





“Seja paciente nas aflições que o Senhor lhe manda.” São Padre Pio de Pietrelcina