37. Serás presa del fuego, tu sangre correrá en medio del país, y no quedará ni el recuerdo de ti, porque yo, el Señor, he hablado.





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina