29. A medianoche, el Señor exterminó a todos los primogénitos en el país de Egipto, desde el primogénito del Faraón -el que debía sucederle en el trono- hasta el primogénito del que estaba preso en la cárcel, y a todos los primogénitos del ganado.





“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina