Daniel, 10
9. Yo oí el sonido de sus palabras y, al oírlo, caí en trance con el rostro en tierra.
9. Yo oí el sonido de sus palabras y, al oírlo, caí en trance con el rostro en tierra.
“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina