Salmos, 40
18. Yo soy un pobre desgraciado, pero el Señor se preocupa de mí; tú eres mi auxilio y mi libertador; Dios mío, no tardes.
18. Yo soy un pobre desgraciado, pero el Señor se preocupa de mí; tú eres mi auxilio y mi libertador; Dios mío, no tardes.
“Há duas razões principais para se orar com muita satisfação: primeiro para render a Deus a honra e a glória que Lhe são devidas. Segundo, para falar com São Padre Pio de Pietrelcina