3. El que de vosotros pertenezca a su pueblo, que su Dios lo ayude y que vaya a Jerusalén, en Judá, a construir el templo del Señor, Dios de Israel, el Dios que está en Jerusalén.





“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina