Jeremías, 6
8. Aprende, Jerusalén, no sea que se despegue mi alma de ti, no sea que te convierta en desolación, en tierra despoblada.
8. Aprende, Jerusalén, no sea que se despegue mi alma de ti, no sea que te convierta en desolación, en tierra despoblada.
"Tente percorrer com toda a simplicidade o caminho de Nosso Senhor e não se aflija inutilmente.” São Padre Pio de Pietrelcina