21. En cuanto a mí, que estoy postrado sin fuerzas en mi lecho, conservo un afectuoso recuerdo de ustedes y de sus buenos sentimientos. Cuando regresaba de las regiones de Persia, contraje una penosa enfermedad, y he creído conveniente preocuparme por la seguridad de todos.





O Pai celeste está sempre disposto a contentá-lo em tudo o que for para o seu bem”. São Padre Pio de Pietrelcina