17. Después de subirlo, se utilizaron los cables de refuerzo para asegurar el casco de la nave. Luego, por temor de encallar en los bancos de Sirtes, se bajó el ancla, dejándola suelta, y así navegamos a la deriva.





“O verdadeiro servo de Deus é aquele que usa a caridade para com seu próximo, que está decidido a fazer a vontade de Deus a todo custo, que vive em profunda humildade e simplicidade”. São Padre Pio de Pietrelcina