Gefunden 138 Ergebnisse für: viento

  • Aunque brotaran ramos verdes por algún tiempo, no estando ella bien afianzada en el suelo, será sacudida por el viento y arrasada por la violencia del huracán. (Sabiduría 4, 4)

  • Pues la esperanza del malvado es como brizna que arrebata el viento, como niebla ligera en poder del huracán, como el humo disipado por el viento, como el recuerdo del huésped de un día. (Sabiduría 5, 14)

  • sino que tuvieron por dioses rectores del mundo al fuego, al viento, al aire ligero, a la bóveda estrellada, al agua impetuosa o a los luceros del cielo. (Sabiduría 13, 2)

  • Una ráfaga de viento, el canto melodioso de los pájaros en la enramada, el rumor cadencioso de las aguas que se precipitan con fuerza, el rudo estrépito de piedras que se despeñan, (Sabiduría 17, 18)

  • No bieldes a cualquier viento y no te vayas por cualquier sendero (Eclesiástico 5, 9)

  • Empalizada en lugar alto no resiste al viento; así el corazón medroso por sus pensamientos necios no puede resistir el temor. (Eclesiástico 22, 18)

  • Como quien intenta apresar la sombra y perseguir el viento, así es el que se apoya en sueños. (Eclesiástico 34, 2)

  • Los ojos del Señor se posan sobre quienes lo aman: poderosa protección y fuerte apoyo, abrigo contra el viento abrasador y sombra contra el calor del mediodía, guarda contra el tropiezo y auxilio contra la caída. (Eclesiástico 34, 16)

  • A su orden sopla el viento del sur, (Eclesiástico 43, 16)

  • El frío viento del norte sopla, y el hielo se congela sobre las aguas; sobre toda agua tranquila se extiende, y como una coraza se reviste. (Eclesiástico 43, 20)

  • Y se le anunció a la casa de David: "Siria ha acampado en Efraín". Entonces se estremeció el corazón del rey y el corazón del pueblo, como se estremecen con el viento los árboles del bosque. (Isaías 7, 2)

  • Pero él las amenaza y huyen lejos, dispersas como paja en los montes por el viento, como un torbellino por el vendaval. (Isaías 17, 13)


“Caminhe com alegria e com o coração o mais sincero e aberto que puder. E quando não conseguir manter esta santa alegria, ao menos não perca nunca o valor e a confiança em Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina