Gefunden 2182 Ergebnisse für: mar

  • Así los maridos deben también amar a sus mujeres como a su propio cuerpo. El que ama a su mujer se ama a sí mismo. (Efesios 5, 28)

  • Por lo que toca a vosotros, que cada uno ame a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete a su marido. (Efesios 5, 33)

  • Y aunque tuviera que derramar mi sangre como libación sobre el sacrificio y la ofrenda de vuestra fe, me gozo y congratulo con todos vosotros. (Filipenses 2, 17)

  • el cual transformará nuestro cuerpo lleno de miserias conforme a su cuerpo glorioso en virtud del poder que tiene para someter a sí todas las cosas. (Filipenses 3, 21)

  • Que la paz de Cristo reine en vuestros corazones, en la que fuisteis llamados para formar un solo cuerpo. Y sed agradecidos. (Colosenses 3, 15)

  • Mujeres, estad sumisas a vuestros maridos, pues eso es lo que debéis hacer como creyentes. (Colosenses 3, 18)

  • Maridos, amad a vuestras esposas y no os irritéis contra ellas. (Colosenses 3, 19)

  • Con él va Onésimo, vuestro fiel y querido hermano. Os informará de todo cuanto aquí llevamos a cabo. (Colosenses 4, 9)

  • Os saluda Aristarco, mi compañero de prisión, y Marcos, el primo de Bernabé, de quien recibisteis instrucciones (si recurre a vosotros, acogedle), (Colosenses 4, 10)

  • Por esto, no pudiendo resistir ya más, le envié para que me informara de vuestra fe; no fuera que os hubiese tentado ya Satanás y hubiera resultado estéril nuestro trabajo. (I Tesalonicenses 3, 5)

  • Que en este punto nadie abuse ni engañe a su hermano, pues el Señor tomará venganza de todo esto, como ya os lo dejamos dicho y recalcado. (I Tesalonicenses 4, 6)

  • Acerca del amor fraterno no necesitáis que se os escriba, porque personalmente habéis aprendido de Dios cómo debéis amaros los unos a los otros. (I Tesalonicenses 4, 9)


“Resigna-te a ser neste momento uma pequena abelha. E enquanto esperas ser uma grande abelha, ágil, hábil, capaz de fabricar bom mel, humilha-te com muito amor perante Deus e os homens, pois Deus fala aos que se mantêm diante dele humildemente”. São Padre Pio de Pietrelcina