Gefunden 14 Ergebnisse für: gime

  • Por la abundancia de opresión se gime, contra el brazo de los grandes se pide auxilio. (Job 35, 9)

  • Cuando los justos gobiernan, el pueblo está alegre; cuando dominan los opresores, el pueblo gime. (Proverbios 29, 2)

  • Ha subido la gente de Dibón a las alturas a llorar; sobre el Nebo y Madaba gime Moab. Toda cabeza, calva; toda barba, cortada; (Isaías 15, 2)

  • Mi corazón gime por Moab; sus fugitivos están ya en Soar, en Egla-Selisiyá. La subida de Lujit la suben llorando; por el camino de Joronáyim, lanzan gritos de angustia. (Isaías 15, 5)

  • Por eso Moab gime por Moab; todos se lamentan por las tortas de uvas de Quir Jaréset, todos suspiran consternados. (Isaías 16, 7)

  • Sí, oigo gritos como de mujer en parto, angustias como de primeriza. Son los gritos de la hija de Sión, que gime y alarga las manos. "¡Ay de mí, que voy a sucumbir bajo los golpes de los asesinos!". (Jeremías 4, 31)

  • Por eso mi corazón gime por Moab como una flauta; por los habitantes de Quir Jeres gime mi corazón como una flauta; ¡se ha perdido el tesoro acumulado! (Jeremías 48, 36)

  • Gime, Jesbón, pues ha sido devastada Ay; chillad, poblaciones de Rabat; vestíos de sayal, llorad, callejead por entre los escombros, porque Melcón es llevado al cautiverio junto con sus sacerdotes y sus jefes. (Jeremías 49, 3)

  • Mucho ha pecado Jerusalén, se ha vuelto objeto de horror; todos los que la honraban la desprecian, porque han visto su desnudez. Ella también gime y se vuelve de espaldas. (Lamentaciones 1, 8)

  • Y tú, hijo de hombre, ponte a gemir; gime ante su vista con corazón angustiado y amargura. (Ezequiel 21, 11)

  • ¡Cómo gime el ganado, cómo vagan sin rumbo los rebaños de vacas porque no tienen pastos! Hasta los rebaños de ovejas perecen. (Joel 1, 18)

  • Retuércete de dolor y gime, hija de Sión, como mujer en parto, porque ahora saldrás de la ciudad; irás a vivir en el campo, llegarás hasta Babilonia y allí serás salvada de la mano de tus enemigos. (Miqueas 4, 10)


“Na igreja se fala somente com Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina