Gefunden 103 Ergebnisse für: eterna

  • y os cubriré de perpetuo desprecio y de eterna ignominia, que jamás será olvidada". (Jeremías 23, 40)

  • Al cabo de estos setenta años yo castigaré al rey de Babilonia y a aquella nación -dice el Señor- por sus crímenes, así como al país de los caldeos, y haré de él una desolación eterna. (Jeremías 25, 12)

  • Y haré con ellos una alianza eterna: no cesaré de concederles favores, haré que me respeten y que no se aparten más de mí. (Jeremías 32, 40)

  • Preguntarán por el camino hacia Sión y hacia allí dirigirán su rostro: "¡Venid, unámonos al Señor con una alianza eterna, que no se olvide más!". (Jeremías 50, 5)

  • Y estableceré con ellos una alianza eterna: yo seré su Dios, ellos serán mi pueblo, y no volveré a echar nunca más a mi pueblo Israel de la tierra que les di. (Baruc 2, 35)

  • Pero yo me acordé de la alianza pactada contigo en los días de tu juventud y renovaré contigo una alianza eterna. (Ezequiel 16, 60)

  • A desolación eterna te reduciré, no serán ya habitadas tus ciudades y sabréis que yo soy el Señor. (Ezequiel 35, 9)

  • Añadirá además, cada mañana, como ofrenda, ocho kilos y dos litros y medio de aceite para amasar la flor de harina. Es la ofrenda al Señor, una ley eterna, para siempre. (Ezequiel 46, 14)

  • Alabad al Señor, porque es bueno, porque es eterna su misericordia. (Daniel 3, 89)

  • Fieles del Señor, bendecid al Dios de los dioses, alabadlo y dadle gracias porque es eterna su misericordia". (Daniel 3, 90)

  • Setenta semanas están fijadas sobre tu pueblo y tu ciudad santa, para poner fin al delito y a la injusticia, para perdonar los crímenes e instaurar una justicia eterna, para que se cumplan visión y profecía y para consagrar el lugar santísimo. (Daniel 9, 24)

  • Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra se despertarán; unos para la vida eterna, otros para la vergüenza y la ignominia perpetua. (Daniel 12, 2)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina