Gefunden 1425 Ergebnisse für: sol

  • Los diáconos sean casados una sola vez y gobiernen bien a sus hijos y su propia casa. (I Timoteo 3, 12)

  • Pero la que de verdad es viuda y ha quedado enteramente sola, tiene puesta su esperanza en el Señor y perservera en sus plegarias y oraciones noche y día. (I Timoteo 5, 5)

  • Que la viuda que sea inscrita en el catálogo de las viudas no tenga menos de sesenta años, haya estado casada una sola vez, (I Timoteo 5, 9)

  • Y además, estando ociosas, aprenden a ir de casa en casa; y no sólo están ociosas, sino que se vuelven también charlatanas y entrometidas, hablando de lo que no deben. (I Timoteo 5, 13)

  • No bebas ya agua sola. Toma un poco de vino a causa de tu estómago y de tus frecuentes indisposiciones. (I Timoteo 5, 23)

  • Los pecados de algunas personas son notorios aun antes de que sean investigados; en cambio los de otras, lo son solamente después. (I Timoteo 5, 24)

  • Combate el buen combate de la fe, conquista la vida eterna a la que has sido llamado y de la que hiciste aquella solemne profesión delante de muchos testigos. (I Timoteo 6, 12)

  • Te recomiendo en la presencia de Dios que da vida a todas las cosas, y de Jesucristo, que ante Poncio Pilato rindió tan solemne testimonio, (I Timoteo 6, 13)

  • sino que, en cuanto llegó a Roma, me buscó solícitamente y me encontró. (II Timoteo 1, 17)

  • Soporta las fatigas conmigo, como un buen soldado de Cristo Jesús. (II Timoteo 2, 3)

  • Sin embargo el sólido fundamento puesto por Dios se mantiene firme, marcado con este sello: El Señor conoce a los que son suyos; y: Apártese de la iniquidad todo el que pronuncia el nombre del Señor. (II Timoteo 2, 19)

  • En una casa grande no hay solamente utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos nobles y otros para usos viles. (II Timoteo 2, 20)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina