Gefunden 19 Ergebnisse für: afrenta

  • y ella concibió y dio a luz un hijo. Y dijo: «Ha quitado Dios mi afrenta.» (Génesis 30, 23)

  • Los hijos de Jacob volvieron del campo al oírlo, y se indignaron los hombres y les dio mucha rabia la afrenta hecha por Siquem acostándose con la hija de Jacob: «Eso no se hace.» (Génesis 34, 7)

  • Preguntó, pues, David a los hombres que estaban a su lado: «¿Qué se hará al hombre que mate a ese filisteo y aparte la afrenta de Israel? Pues ¿quién es ese filisteo incircunciso para injuriar a las huestes de Dios vivo?» (I Samuel 17, 26)

  • Ahora bien, a nosotros, puesto que comemos la sal del palacio, nos resulta intolerable ver esta afrenta que se hace al rey; por eso enviamos al rey esta denuncia, (Esdras 4, 14)

  • se apoderó de sus ciudades, llegó hasta Ecbátana, ocupó sus torres, devastó sus calles y convirtió en afrenta su hermosura. (Judit 1, 14)

  • Tú conoces mi oprobio, mi vergüenza y mi afrenta, ante ti están todos mis opresores. (Salmos 69, 20)

  • ¡Devuelve siete veces a nuestros vecinos, en su entraña, su afrenta, la afrenta que te han hecho, Señor! (Salmos 79, 12)

  • Arrebatado de furor, pensaba vengar en los judíos la afrenta de los que le habían puesto en fuga, y por eso ordenó al conductor que hiciera avanzar el carro sin parar hasta el término del viaje. Pero ya el juicio del Cielo se cernía sobre él, pues había hablado así con orgullo: «En cuanto llegue a Jerusalén, haré de la ciudad una fosa común de judíos.» (II Macabeos 9, 4)

  • Cuando llega la maldad, también llega el desprecio; y con la afrenta viene la ignominia. (Proverbios 18, 3)

  • Los artificios de la magia resultaron ineficaces; con gran afrenta quedó refutado su pretendido saber, (Sabiduría 17, 7)

  • El necio aun sin dar hace afrenta, quema los ojos el don del envidioso. (Eclesiástico 18, 18)

  • Quien tira una piedra a un pájaro, lo ahuyenta, quien afrenta al amigo, rompe la amistad. (Eclesiástico 22, 20)


“Uma Missa bem assistida em vida será mais útil à sua salvação do que tantas outras que mandarem celebrar por você após sua morte!” São Padre Pio de Pietrelcina