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  • Los invasores se apoderaron de todos los bienes de Sodoma y Gomorra, y también de sus víveres. Y cuando partieron, (Génesis 14, 11)

  • Él y sus servidores los atacaron de noche, y después de derrotarlos, los persiguieron hasta Jobá, al norte de Damasco. (Génesis 14, 15)

  • Más que un hombre, será un asno salvaje: alzará su mano contra todos y todos la alzarán contra él; y vivirá enfrentado a todos sus hermanos". (Génesis 16, 12)

  • Te haré extraordinariamente fecundo: de ti suscitaré naciones, y de ti nacerán reyes. (Génesis 17, 6)

  • Yo la bendeciré y te daré un hijo nacido de ella, al que también bendeciré. De ella suscitaré naciones, y de ella nacerán reyes de pueblos". (Génesis 17, 16)

  • Mientras tanto, iré a buscar un trozo de pan, para que ustedes reparen sus fuerzas antes de seguir adelante. ¡Por algo han pasado junto a su servidor!". Ellos respondieron: "Está bien. Puedes hacer lo que dijiste". (Génesis 18, 5)

  • Porque yo lo he elegido para que enseñe a sus hijos, y a su familia después de él, que se mantengan en el camino del Señor, practicando lo que es justo y recto. Así el Señor hará por Abraham lo que ha predicho acerca de él". (Génesis 18, 19)

  • que debo bajar a ver si sus acciones son realmente como el clamor que ha llegado hasta mí. Si no es así, lo sabré". (Génesis 18, 21)

  • Entonces Lot salió para comunicar la noticia a sus yernos, los que iban a casarse con sus hijas. "¡Pronto!, les dijo, abandonen este lugar, porque el Señor va a destruir la ciudad". Pero sus yernos pensaron que estaba bromeando. (Génesis 19, 14)

  • Como él no salía de su asombro, los hombres lo tomaron de la mano, lo mismo que a su esposa y a sus dos hijas, y lo sacaron de la ciudad para ponerlo fuera de peligro, porque el Señor tuvo compasión de él. (Génesis 19, 16)

  • Lot salió de Soar y subió a la montaña, donde se radicó con sus dos hijas, porque tuvo miedo de quedarse en Soar. Allí se instaló con ellas en una caverna. (Génesis 19, 30)

  • A la madrugada del día siguiente, Abimélec llamó a todos sus servidores y les contó lo que había sucedido. Y ellos sintieron un gran temor. (Génesis 20, 8)


“Deus não opera prodígios onde não há fé.” São Padre Pio de Pietrelcina