Gefunden 1528 Ergebnisse für: sol

  • ¿Acaso no nos ha tratado como a extrañas? No sólo nos ha vendido, sino que además se ha gastado el dinero que recibió por nosotras. (Génesis 31, 15)

  • Acabas de registrar todas mis cosas y no has encon- trado un solo objeto que te pertenezca. Si lo has encontrado, colócalo aquí, delante de tu gente y de la mía, y que ellos decidan quién de nosotros tiene razón. (Génesis 31, 37)

  • Entonces se quedó solo, y un hombre luchó con él hasta rayar el alba. (Génesis 32, 25)

  • Luego dijo: "Déjame partir, porque ya está amaneciendo". Pero Jacob replicó: "No te soltaré si antes no me bendices". (Génesis 32, 27)

  • Mientras atravesaba Peniel, el sol comenzó a brillar, y Jacob iba rengueando del muslo. (Génesis 32, 32)

  • Pero Jacob respondió: "Mi señor sabe que los niños son delicados. Además, las ovejas y las vacas han tenido cría, y yo debo velar por ellas. Bastará con exigirles un solo día de marcha forzada, para que muera todo el rebaño. (Génesis 33, 13)

  • Sin embargo, como su hermana había sido ultrajada, los hijos de Jacob resolvieron engañar a Siquém y a su padre Jamor, (Génesis 34, 13)

  • Aceptaremos solamente con esta condición: que ustedes se hagan iguales a nosotros, circuncidando a todos sus varones. (Génesis 34, 15)

  • Entonces podremos darles a nuestras hijas y casarnos con las de ustedes, vivir entre ustedes y formar un solo pueblo. (Génesis 34, 16)

  • Pero esta gente accederá a permanecer con nosotros y a formar un solo pueblo, únicamente con esta condición: que todos nuestros varones se hagan circuncidar, igual que ellos. (Génesis 34, 22)

  • Después tuvo otro sueño, y también lo contó a sus hermanos. "Tuve otro sueño, les dijo. El sol, la luna y once estrellas se postraban delante de mi". (Génesis 37, 9)

  • Sus hijos y sus hijas venían a consolarlo, pero él rehusaba todo consuelo, diciendo: "No. Voy a bajar enlutado a donde está mi hijo, a la morada de los muertos". Y continuaba lamentándose. (Génesis 37, 35)


“A mulher forte é a que tem temor de Deus, a que mesmo à custa de sacrifício faz a vontade de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina