Gefunden 679 Ergebnisse für: mano

  • ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, (Exodo 21, 24)

  • Si no se logra descubrir al ladrón, el dueño de la casa se presentará ante Dios para atestiguar que no ha puesto su mano sobre los bienes del otro. (Exodo 22, 7)

  • el depositario deberá jurar por el Señor que no ha puesto su mano sobre la propiedad ajena. El propietario aceptará el juramento, y aquel no estará obligado a indemnizar. (Exodo 22, 10)

  • y el Señor no extendió su mano contra esos privilegiados de Israel: ellos vieron a Dios, comieron y bebieron. (Exodo 24, 11)

  • Una vez que lo hayas inmolado, recogerás un poco de su sangre y untarás con ella el lóbulo de la oreja derecha de Aarón y el lóbulo de la oreja derecha de sus hijos, el pulgar de su mano derecha y el pulgar de su pie derecho. Después harás una aspersión con esta sangre alrededor del altar. (Exodo 29, 20)

  • Pero Moisés trató de aplacar al Señor con estas palabras: "¿Por qué, Señor, arderá tu ira contra tu pueblo, ese pueblo que tú mismo hiciste salir de Egipto con gran firmeza y mano poderosa? (Exodo 32, 11)

  • y cuando pase mi gloria, yo te pondré en la hendidura de la roca y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado. (Exodo 33, 22)

  • Después retiraré mi mano y tú verás mis espaldas. Pero nadie puede ver mi rostro". (Exodo 33, 23)

  • e impondrá su mano sobre la cabeza de la víctima. Así esta le será aceptada y le servirá de expiación. (Levítico 1, 4)

  • Impondrá su mano sobre la cabeza de la víctima, la inmolará a la entrada de la Carpa del Encuentro, y luego los hijos de Aarón, los sacerdotes, rociarán con su sangre todos los costados del altar. (Levítico 3, 2)

  • impondrá su mano sobre la cabeza del animal ofrecido, y lo inmolará delante de la Carpa del Encuentro. Luego los hijos de Aarón rociarán con su sangre todos los costados del altar. (Levítico 3, 8)

  • impondrá su mano sobre la cabeza de la víctima y la inmolará delante de la Carpa del Encuentro. Los hijos de Aarón rociarán con su sangre todos los costados del altar. (Levítico 3, 13)


“Deus nunca me recusou um pedido”. São Padre Pio de Pietrelcina