Gefunden 781 Ergebnisse für: estaba

  • Cuando la mujer vio que el árbol era apetitoso para comer, agradable a la vista y deseable para adquirir discernimiento, tomó de su fruto y comió; luego se lo dio a su marido, que estaba con ella, y él también comió. (Génesis 3, 6)

  • "Oí tus pasos por el jardín, respondió él, y tuve miedo porque estaba desnudo. Por eso me escondí". (Génesis 3, 10)

  • Pero la tierra estaba pervertida a los ojos de Dios y se había llenado de violencia. (Génesis 6, 11)

  • Murió todo lo que tenía un aliento de vida en sus narices, todo lo que estaba sobre el suelo firme. (Génesis 7, 22)

  • La tierra comenzó a secarse en el año seiscientos uno de la vida de Noé, el primer día del mes. Noé retiró el techo del arca, y vio que la tierra se estaba secando. (Génesis 8, 13)

  • Y el vigesimoséptimo día del mes, la tierra ya estaba seca. (Génesis 8, 14)

  • Cuando estaba por llegar a Egipto, dijo a Sarai, su mujer: "Yo sé que eres una mujer hermosa. (Génesis 12, 11)

  • donde estaba el altar que había erigido la primera vez. Allí Abrám invocó el nombre del Señor. (Génesis 13, 4)

  • Lot dirigió una mirada a su alrededor, y vio que toda la región baja del Jordán, hasta llegar a Soar, estaba tan bien regada como el Jardín del Señor o como la tierra de Egipto. Esto era antes que el Señor destruyera a Sodoma y Gomorra. (Génesis 13, 10)

  • El valle de Sidím estaba lleno de pozos de asfalto. Al huir, los reyes de Sodoma y Gomorra cayeron en ellos, mientras que los demás escaparon a las montañas. (Génesis 14, 10)

  • Un fugitivo llevó la noticia a Abrám, el hebreo, que estaba acampado en el encinar de Mamré, el amorreo, hermano de Escol y de Aner; estos, a su vez, eran aliados de Abrám. (Génesis 14, 13)

  • Al enterarse de que su pariente Lot había sido llevado cautivo, Abrám reclutó a la gente que estaba a su servicio -trescientos dieciocho hombres nacidos en su casa- y persiguió a los invasores hasta Dan. (Génesis 14, 14)


“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina