Gefunden 368 Ergebnisse für: eres

  • Quédate tranquila, hija, pues haré todo lo que me pidas, ya que todo el pueblo sabe que tú eres una mujer extraordinaria. (Rut 3, 11)

  • Dijo Saúl: «No puedes pelear contra él, pues tú eres un jovencito y él es un hombre adiestrado para la guerra desde su juventud.» (1 Samuel 17, 33)

  • Saúl le preguntó: «Joven, ¿de quién eres hijo?» David respondió: «Soy hijo de Jesé de Belén.» (1 Samuel 17, 58)

  • Hoy mismo tú has visto cómo Yavé te ha puesto en mis manos y yo no he querido matarte, pues me contuve al pensar que tú eres el ungido de Yavé. (1 Samuel 24, 11)

  • Y agregó: «Tú eres más justo que yo, porque tú me devuelves bien por mal; (1 Samuel 24, 17)

  • Abner respondió: «¿Quién eres tú, que llamas al rey?» David dijo: «Por Dios, ¿no eres tú un valiente? ¿Y quién como tú en Israel? ¿Por qué, pues, no has cuidado al rey tu señor cuando uno entró en el campamento para matarlo? ¿Así cumples con tu deber? (1 Samuel 26, 15)

  • Y la mujer vio a Samuel. Lanzó un grito fuerte y dijo a Saúl: «¿Por qué me has engañado? ¡Tú eres Saúl!» (1 Samuel 28, 12)

  • Aquís llamó a David y le dijo: «Yavé sabe que tú eres leal y me hubiera gustado que me acompañaras en esta campaña, pues desde el día que viniste a mí hasta el día de hoy nada malo he hallado en ti; pero los jefes no te miran bien. (1 Samuel 29, 6)

  • Aquís respondió: «Sabes muy bien que tú eres para mí como un ángel de Dios; pero los jefes de los filisteos no quieren que vayas a combatir con ellos. (1 Samuel 29, 9)

  • Después, una vez restablecido, David lo interrogó: «¿A quién perteneces y de dónde eres?» Respondió: «Soy un muchacho egipcio, esclavo de un amalecita. Mi señor me abandonó hace tres días porque enfermé. (1 Samuel 30, 13)

  • Yo respondí: "Aquí estoy". Me preguntó: "¿Quién eres?" Le respondí: "Un amalecita". (2 Samuel 1, 8)

  • David preguntó al joven que le había llevado la noticia: «¿De dónde eres?» El respondió: «Soy hijo de un amalecita refugiado entre ustedes.» (2 Samuel 1, 13)


“A caridade é o metro com o qual o Senhor nos julgará.” São Padre Pio de Pietrelcina