Encontrados 455 resultados para: vuestros

  • Lo haréis vosotros y vuestros descendientes. (Números 15, 21)

  • Esto os servirá para recordar, al mirarlos, los mandamientos del Señor y os ayudará a ponerlos en práctica sin que sigáis los deseos de vuestro corazón y de vuestros ojos, que os han arrastrado a la infidelidad. (Números 15, 39)

  • Yo he escogido a vuestros hermanos los levitas entre los israelitas; son vuestro don, han sido donados al Señor para hacer el servicio de la tienda de la reunión. (Números 18, 6)

  • Dirás a los levitas: Lo mejor que habéis reservado de entre vuestros diezmos os será considerado a vosotros, levitas, como el diezmo sobre el fruto de la era y el producto del lagar. (Números 18, 30)

  • Lo podréis comer en cualquier lugar, vosotros y los vuestros: es el salario por vuestro servicio en la tienda de la reunión. (Números 18, 31)

  • Una vez ofrecido lo mejor de vuestros diezmos, no incurriréis ya en culpa ni profanaréis las cosas consagradas por los israelitas, y no moriréis". (Números 18, 32)

  • Esto es lo que ofreceréis al Señor en vuestras fiestas, además de vuestras ofrendas votivas o espontáneas, de vuestros holocaustos, ofrendas de pan y de vino y sacrificios de reconciliación". (Números 29, 39)

  • Vosotros, permaneced durante siete días fuera del campamento, y el que entre vosotros o vuestros prisioneros haya matado a alguien o haya tocado un cadáver, purifíquese el tercero y séptimo día. (Números 31, 19)

  • Purificad también todos vuestros vestidos, todo objeto de cuero o hecho de pelo de cabra y todo utensilio de madera". (Números 31, 20)

  • El séptimo día lavad vuestros vestidos, y quedaréis puros. Luego podréis entrar en el campamento". (Números 31, 24)

  • Moisés les respondió: "Mientras vuestros hermanos van al combate, ¿vosotros vais a quedaros aquí? (Números 32, 6)

  • Así hicieron ya vuestros padres, cuando yo los envié a Cades a explorar la tierra. (Números 32, 8)


“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina