Encontrados 3282 resultados para: ser

  • Yo te daré a ti y a tu descendencia después de ti en posesión perpetua la tierra en la que habitas ahora como extranjero, toda la tierra de Canaán. Yo seré vuestro Dios". (Génesis 17, 8)

  • Éste es el pacto que guardaréis entre yo y vosotros, y tu descendencia después de ti: Todos los varones serán circuncidados. (Génesis 17, 10)

  • Circuncidaréis vuestro prepucio, y ésta será la señal del pacto entre yo y vosotros. (Génesis 17, 11)

  • A los ocho días de su nacimiento serán circuncidados todos los varones de cada generación, así como los esclavos nacidos en la casa o comprados por dinero a cualquier extranjero que no sea de tu raza. (Génesis 17, 12)

  • El esclavo nacido en la casa o comprado con dinero deberá ser circuncidado. Así mi pacto será en vuestra carne un pacto perpetuo. (Génesis 17, 13)

  • El varón incircunciso, al que no le haya sido cortada la carne de su prepucio, será borrado de su pueblo; ha violado mi pacto". (Génesis 17, 14)

  • Dijo Dios a Abrahán: "Saray, tu mujer, no se llamará más Saray; su nombre será Sara. (Génesis 17, 15)

  • Abrahán cayó rostro en tierra y se puso a reír diciéndose a sí mismo: "¿A un hombre de cien años le podrá nacer un hijo, y Sara a los noventa años podrá ser madre?". (Génesis 17, 17)

  • Abrahán dijo a Dios: "¡Me conformo con que conserves vivo a Ismael!". (Génesis 17, 18)

  • Pero el Señor dijo a Abrahán: "Por qué se ha reído Sara diciéndose: ¿Podrá ser verdad que voy a ser madre siendo tan vieja? (Génesis 18, 13)

  • cuando ha de convertirse en un pueblo grande y fuerte y cuando en él serán bendecidas todas las naciones de la tierra? (Génesis 18, 18)

  • No; le pondré al corriente para que ordene a sus hijos y a su casa, después de él, que observen la ley del Señor, practicando la justicia y el derecho, de modo que el Señor cumpla en Abrahán cuanto ha prometido acerca de él". (Génesis 18, 19)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina