Encontrados 675 resultados para: ojos

  • Quemarás las imágenes talladas de sus dioses, sin codiciar el oro ni la plata que los recubre. Si te apropias de ello, caerías en la trampa, pues es cosa abominable a los ojos del Señor, tu Dios. (Deuteronomio 7, 25)

  • tiré las tablas que traía en las manos y las hice pedazos ante vuestros ojos. (Deuteronomio 9, 17)

  • Me postré luego en presencia del Señor. Como la primera vez, estuve durante cuarenta días sin comer ni beber por causa del pecado que vosotros habíais cometido haciendo lo que es malo a los ojos del Señor hasta el punto de irritarle; (Deuteronomio 9, 18)

  • Él es tu gloria y tu Dios, que ha hecho por ti cosas grandes y hazañas tremendas, que tus mismos ojos han visto. (Deuteronomio 10, 21)

  • Vosotros mismos, con vuestros ojos, habéis visto toda la grandiosa obra del Señor. (Deuteronomio 11, 7)

  • Esta tierra depende del cuidado del Señor; sobre ella tiene fijos sus ojos el Señor desde el comienzo del año hasta el final. (Deuteronomio 11, 12)

  • Grabad en vuestro corazón y en vuestra alma estas palabras que hoy os digo, atadlas a vuestras manos como señal y ponedlas como frontal entre vuestros ojos. (Deuteronomio 11, 18)

  • No la comerás, para que seáis felices tú y tus hijos después de ti por haber hecho lo que es justo a los ojos del Señor. (Deuteronomio 12, 25)

  • Escucha y cumple todas estas prescripciones que te doy, para que seas feliz siempre tú y tus hijos después de ti, haciendo lo que es justo a los ojos del Señor, tu Dios. (Deuteronomio 12, 28)

  • No te conduzcas así con el Señor, tu Dios, pues nada hay más odioso y aborrecible a los ojos del Señor que lo que hacían éstos por sus dioses, llegando incluso a sacrificarles en el fuego a sus propios hijos. (Deuteronomio 12, 31)

  • con tal que tú escuches la voz del Señor, tu Dios, guardes todos sus mandamientos, que hoy te prescribo, y hagas lo que es recto a los ojos del Señor, tu Dios. (Deuteronomio 13, 19)

  • No violentes el derecho, no hagas acepción de personas, no aceptes regalos, porque los regalos ciegan los ojos de los sabios y corrompen las sentencias de los justos. (Deuteronomio 16, 19)


“A oração é a efusão de nosso coração no de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina