Encontrados 376 resultados para: naciones

  • Por eso el Señor dejó en paz aquellas naciones, no expulsándolas de momento, ni poniéndolas en manos de Josué. (Jueces 2, 23)

  • Éstas son las naciones que el Señor dejó para probar por su medio a los israelitas que no habían conocido ninguna de las guerras de Canaán (Jueces 3, 1)

  • y le dijeron: "Tú eres ya viejo, y tus hijos no siguen tus caminos. Danos un rey para que nos gobierne, como tienen todas las naciones". (I Samuel 8, 5)

  • y así seremos como todas las naciones; nuestro rey nos juzgará, marchará a nuestra cabeza y combatirá nuestros combates". (I Samuel 8, 20)

  • ¿Hay sobre la tierra un pueblo como tu pueblo Israel, al cual Dios mismo vino a rescatarlo para hacerlo su pueblo, para hacerlo famoso, para hacer en su favor terribles y grandes prodigios y expulsar a las naciones y a sus dioses delante de tu pueblo, al que rescataste de Egipto? (II Samuel 7, 23)

  • el rey David consagró al Señor, junto con la plata y el oro que ya había consagrado, procedentes de las naciones que él había sometido: (II Samuel 8, 11)

  • Tú me hiciste escapar de las sediciones de los pueblos, a la cabeza de las naciones me pusiste. Un pueblo que yo no conocía ahora me sirve; (II Samuel 22, 44)

  • Por eso, oh Señor, te alabaré entre las naciones, por eso cantaré en honor de tu nombre. (II Samuel 22, 50)

  • fue más sabio que cualquier otro hombre; más que Etán, el ezrajita; más que Hemán, Calcol y Darda, hijos de Majol; y su fama se extendió por todas las naciones circunvecinas. (I Reyes 5, 11)

  • esto es, de las naciones de quienes había dicho el Señor a los israelitas: "No os unáis con ellas en matrimonio, pues inclinarán vuestro corazón hacia sus dioses". Pero Salomón se enamoró de ellas, (I Reyes 11, 2)

  • Así que daban culto al Señor y a sus dioses, según los ritos de las naciones de donde habían sido deportados. (II Reyes 17, 33)

  • Contad a las naciones su gloria, sus maravillas a todos los pueblos. (I Crónicas 16, 24)


“Mesmo quando perdemos a consciência deste mundo, quando parecemos já mortos, Deus nos dá ainda uma chance de entender o que é realmente o pecado, antes de nos julgar. E se entendemos corretamente, como podemos não nos arrepender?” São Padre Pio de Pietrelcina