Encontrados 24 resultados para: morirás

  • pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás, porque el día en que comas, ciertamente morirás". (Génesis 2, 17)

  • El Faraón le dijo: "Retírate de aquí y guárdate bien de presentarte de nuevo ante mí, porque el día que vuelvas, morirás". (Exodo 10, 28)

  • "Véngate de los madianitas en nombre de los israelitas, y después morirás". (Números 31, 2)

  • Una vez que subas a la montaña, morirás e irás a reunirte con tus padres, como Aarón, tu hermano, murió en Hor de la Montaña y fue a reunirse con los suyos. (Deuteronomio 32, 50)

  • El Señor respondió: "La paz esté contigo. No tengas miedo, no morirás". (Jueces 6, 23)

  • Él respondió: "¡Lejos de ti tal pensamiento! No morirás. Mira, mi padre no hace cosa alguna importante o insignificante sin manifestármela confidencialmente. ¿Por qué me iba a ocultar mi padre este asunto? No es posible". (I Samuel 20, 2)

  • El rey respondió: "Ajimélec, morirás tú y toda tu familia". (I Samuel 22, 16)

  • David dijo a Natán: "He pecado contra el Señor". Entonces Natán dijo a David: "El Señor, por su parte, ha perdonado tu pecado. No morirás. (II Samuel 12, 13)

  • Y el rey dijo a Semeí: "No morirás". Y el rey se lo juró. (II Samuel 19, 24)

  • pues el día que salgas y pases el torrente Cedrón, ten por cierto que morirás sin remedio; tu sangre recaerá sobre tu cabeza". (I Reyes 2, 37)

  • Pues esto dice el Señor: Ya no te levantarás de la cama, sino que morirás sin remedio". Y Elías se fue. (II Reyes 1, 4)

  • Ellos le respondieron: "Un hombre nos ha salido al encuentro y nos ha dicho: Volveos al rey y decidle: Esto dice el Señor: ¿Es que no hay Dios en Israel para que mandes a consultar a Belcebú, dios de Ecrón? Por eso, ya no te levantarás de la cama, sino que morirás sin remedio". (II Reyes 1, 6)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina