Encontrados 2434 resultados para: mis

  • En aquel mismo día fueron circuncidados Abrahán y su hijo, (Génesis 17, 26)

  • Tu siervo ha hallado gracia a tus ojos y has mostrado gran misericordia para conmigo conservándome la vida. Pero yo no puedo llegar a la montaña sin que antes me alcance el castigo y muera. (Génesis 19, 19)

  • Aquella misma noche emborracharon a su padre, y fue la mayor y se acostó con él sin que éste se diera cuenta de que ella se acostaba y se levantaba. (Génesis 19, 33)

  • Júrame aquí, por Dios, que no me engañarás a mí, ni a mis hijos, ni a mis parientes, sino que tendrás conmigo y con el país que te hospedó la misma benevolencia que yo he tenido contigo". (Génesis 21, 23)

  • y le dijo: "Juro por mí mismo, palabra del Señor, que, por haber hecho esto y no haberme negado tu hijo único, (Génesis 22, 16)

  • y dijo: "Señor, Dios de mi amo Abrahán, haz que tenga hoy un buen encuentro y muestra tu amistad con mi amo Abrahán. (Génesis 24, 12)

  • La joven a quien yo diga: Baja tu cántaro para que beba yo, y que me responda: Bebe, y voy a dar también de beber a tus camellos, ésa será la que tú has destinado a tu siervo Isaac; en esto conoceré que has mostrado tu amistad con mi amo Abrahán". (Génesis 24, 14)

  • diciendo: "Bendito sea el Señor, Dios de mi amo Abrahán, que no ha dejado de mostrar su amistad y bondad para con mi señor y a mí me ha encaminado a la casa de los hermanos de mi amo". (Génesis 24, 27)

  • Y, aprisa, bajó ella el cántaro de su hombro y dijo: Bebe, y daré también agua a tus camellos. Yo bebí, y ella dio también agua a mis camellos. (Génesis 24, 46)

  • Ahora, si queréis mostrar amistad y lealtad hacia mi amo, decídmelo; y si no, decídmelo también, para saber a qué atenerme". (Génesis 24, 49)

  • Mismá, Dumá, Masá, (Génesis 25, 14)

  • Jacob le respondió: "Véndeme ahora mismo tu primogenitura". (Génesis 25, 31)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina