Encontrados 225 resultados para: libro

  • Entonces todos los dignatarios mandaron a Yehudí, hijo de Natanías, hijo de Selemías, hijo de Cusí, a decir a Baruc: "Tráenos el libro que has leído al pueblo". Baruc, hijo de Nerías, tomó el libro y fue donde ellos. (Jeremías 36, 14)

  • Baruc les respondió: "Él me dictaba todas estas palabras y yo las escribía con tinta en este libro". (Jeremías 36, 18)

  • Después entraron donde el rey en el atrio del palacio, dejaron el libro en depósito en la sala del secretario Elisamá y refirieron al rey todo lo sucedido. (Jeremías 36, 20)

  • Entonces el rey mandó a Yehudí a buscar el libro. Éste lo tomó de la sala del secretario Elisamá y se lo leyó en alta voz al rey y a todos los dignatarios reunidos en torno al monarca. (Jeremías 36, 21)

  • Y así que Yehudí leía tres o cuatro columnas, el rey las rasgaba con el cortaplumas del secretario y las tiraba al fuego que ardía en el brasero; hasta que el libro entero fue quemado por el fuego del brasero. (Jeremías 36, 23)

  • más aún, por más que Elnatán, Delayas y Gamarías rogaron al rey que no quemara el libro, él no les hizo caso. (Jeremías 36, 25)

  • Después que el rey quemó el libro con las palabras escritas por Baruc al dictado de Jeremías, la palabra del Señor fue dirigida al profeta Jeremías en estos términos: (Jeremías 36, 27)

  • "Toma otro libro y vuelve a escribir en él las mismas palabras que había en el libro anterior quemado por Joaquín, rey de Judá. (Jeremías 36, 28)

  • Y contra Joaquín, rey de Judá, dirás: Esto dice el Señor: Tú has quemado este libro, diciendo: ¿Por qué has escrito en él: Vendrá sin remedio el rey de Babilonia, devastará este país y exterminará de él hombres y animales? (Jeremías 36, 29)

  • Jeremías, pues, tomó otro libro y se lo entregó a su secretario Baruc, hijo de Nerías, el cual escribió en él, al dictado de Jeremías, todas las palabras del libro que había quemado Joaquín, rey de Judá. Fueron añadidas además otras muchas del mismo género. (Jeremías 36, 32)

  • En cuanto a ti, yo te libro ahora de las cadenas que tienes en las manos. Si quieres venir conmigo a Babilonia, ven, que yo cuidaré de ti; pero si no quieres venir conmigo a Babilonia, quédate. Mira, todo el país está ante ti: Vete adonde prefieras. (Jeremías 40, 4)

  • Palabra que el profeta Jeremías dirigió a Baruc, hijo de Nerías, cuando éste escribió en un libro estas palabras dictadas de labios de Jeremías, el año cuarto de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá: (Jeremías 45, 1)


“Enquanto estivermos vivos sempre seremos tentados. A vida é uma contínua luta. Se às vezes há uma trégua é para respirarmos um pouco.” São Padre Pio de Pietrelcina