Encontrados 27 resultados para: horror

  • tú, con todo, me hundirías en el lodo y mis propios vestidos tendrían horror de mí. (Job 9, 31)

  • Tienen horror de mí todos mis íntimos, los que yo amaba se han vuelto contra mí. (Job 19, 19)

  • para traerme ofrendas vanas; me causa horror su incienso. Novilunios, sábados, asambleas..., ¡ya no soporto más sacrificios ni fiestas! (Isaías 1, 13)

  • Mi corazón se marea, el terror me sobrecoge; el crepúsculo que anhelaba se me ha hecho un horror. (Isaías 21, 4)

  • Y al salir verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí. Su gusano no morirá ni se extinguirá su fuego y serán un horror para todo el mundo. (Isaías 66, 24)

  • ¡Pasmaos de esto, cielos; espantaos, temblad de inmenso horror! -dice el Señor-. (Jeremías 2, 12)

  • Y los convertiré en objeto de horror para todos los pueblos de la tierra, a causa de Manasés, hijo de Ezequías, rey de Judá, por los crímenes que perpetuó en Jerusalén. (Jeremías 15, 4)

  • Los convertiré en objeto de horror para todos los reinos de la tierra; oprobio, chisme, escarnio y maldición en todos los países en que los arroje. (Jeremías 24, 10)

  • yo mando a buscar a todas las tribus del norte -dice el Señor- y a Nabucodonosor, rey de Babilonia, mi siervo, y los traeré contra este país, contra sus habitantes y contra todas estas naciones de los contornos; las aniquilaré y las dejaré convertidas en objeto de horror, de escarnio y de oprobio perpetuo. (Jeremías 25, 9)

  • a Jerusalén, a las ciudades de Judá, a sus reyes, a sus príncipes, para hacer de todo ello un desierto, un horror, un objeto de escarnio, una maldición, como es la condición actual; (Jeremías 25, 18)

  • Los perseguiré con la espada, el hambre y la peste; los dejaré hechos un horror para todos los reinos de la tierra, maldición, espanto, escarnio y oprobio de todas las naciones en que los dispersé, (Jeremías 29, 18)

  • Y han construido además los lugares de culto a Baal en el valle de Ben-Hinnón para sacrificar a sus hijos y a sus hijas a Moloc, cosa que yo no les había ordenado, ni había pasado jamás por mi mente que se cometiera tal horror para arrastrar a Judá al pecado. (Jeremías 32, 35)


“Esforce-se, mesmo se for um pouco, mas sempre…” São Padre Pio de Pietrelcina