Encontrados 32 resultados para: exterminar

  • a los que los israelitas no habían podido exterminar, Salomón les impuso un servicio de prestación personal hasta nuestros días. (I Reyes 9, 21)

  • Sin embargo, el Señor no quiso exterminar a Judá, en atención a David, su siervo, conforme a la promesa que le había hecho de conservarle para siempre una lámpara para sus hijos. (II Reyes 8, 19)

  • y a los que los israelitas no habían podido exterminar, Salomón les impuso un servicio de prestación personal hasta nuestros días. (II Crónicas 8, 8)

  • Sin embargo, el Señor no quiso exterminar la casa de David, por el pacto que había hecho con él y por la promesa que le había hecho de conservarle para siempre una lámpara a él y a sus hijos. (II Crónicas 21, 7)

  • Dios tenía prevista esta visita a Jorán para ruina de Ocozías; pues, a su llegada, salió con Jorán al encuentro de Jehú, hijo de Nimsí, a quien el Señor había ungido para exterminar a la casa de Ajab. (II Crónicas 22, 7)

  • Y decidieron exterminar a todos los que habían despreciado las palabras del rey. (Judit 2, 3)

  • Y como le habían hablado de la raza de Mardoqueo, tuvo en poco meterse sólo con él y decidió exterminar a todos los judíos que había en el reino de Asuero. (Ester 3, 6)

  • Los correos llevaron a todas las provincias del reino las cartas que mandaban exterminar a todos los judíos, jóvenes y viejos, niños y mujeres, el mismo día, es decir, el trece del duodécimo mes, el mes adar, y confiscar todos sus bienes. (Ester 3, 13)

  • y le dijo: "Si al rey le parece bien, si quiere agradarme, si mi petición le parece oportuna, si he merecido yo su afecto, deje sin efecto las cartas que Amán, el hijo de Hamdatá, el de Agag, escribió para exterminar a los judíos de todas las provincias del reino. (Ester 8, 5)

  • En las cartas, el rey concedía a los judíos, fuera cualquiera la ciudad en que habitasen, el derecho de unirse para defender la propia vida, y de matar, exterminar y acabar con las personas armadas de cualquier pueblo o provincia que los atacasen, incluidos las mujeres y los niños, así como de apoderarse del botín. (Ester 8, 11)

  • anular tus promesas y exterminar tu propiedad, cerrar la boca de los que te alaban y extinguir la gloria de tu templo y de tu altar (Ester 14, 9)

  • Utilizó toda clase de argucias para exterminar a Mardoqueo, que fue nuestro salvador y nuestro constante bienhechor; a Ester, la irreprochable reina de nuestro imperio, y a toda su raza. (Ester 16, 13)


“Nunca se canse de rezar e de ensinar a rezar.” São Padre Pio de Pietrelcina