Encontrados 17 resultados para: explorar

  • "Envía algunos hombres a explorar la tierra de Canaán que voy a dar a los israelitas: envía de cada tribu a uno que sea responsable". (Números 13, 2)

  • A los cuarenta días volvieron de explorar la tierra. (Números 13, 25)

  • Los hombres enviados por Moisés a explorar la tierra, que a su vuelta habían provocado la murmuración de toda la comunidad contra él desacreditando la tierra, (Números 14, 36)

  • Solamente Josué, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Jefoné, quedaron con vida entre los hombres que habían ido a explorar la tierra. (Números 14, 38)

  • Moisés mandó a explorar a Yazer, la tomaron junto con las ciudades de su jurisdicción y expulsaron a los amorreos que habitaban allí. (Números 21, 32)

  • Así hicieron ya vuestros padres, cuando yo los envié a Cades a explorar la tierra. (Números 32, 8)

  • Josué, hijo de Nun, envió secretamente desde Sittín dos espías con esta consigna: "Id a explorar la tierra de Jericó". Ellos fueron y entraron en casa de una prostituta llamada Rajab, y se alojaron allí. (Josué 2, 1)

  • Llegó al rey de Jericó la noticia en estos términos: "Unos israelitas han venido aquí esta noche para explorar el país". (Josué 2, 2)

  • Josué perdonó la vida a Rajab, la prostituta, y a su familia, con todo lo que tenían. Ella vivió con los israelitas hasta el día de hoy por haber escondido a los espías enviados por Josué para explorar la tierra. (Josué 6, 25)

  • Entonces Josué mandó desde Jericó hasta Ay, que está al oriente de Betel, hombres con esta consigna: "Subid a explorar la tierra". Y ellos subieron y exploraron Ay. (Josué 7, 2)

  • Yo tenía cuarenta años cuando Moisés, siervo del Señor, me envió a Cades Barne a explorar el país, y yo le informé con toda sinceridad. (Josué 14, 7)

  • Los de Dan enviaron a cinco hombres valientes de Sorá y Estaol para reconocer la región y explorarla. Les dijeron: "Id a explorar la tierra". Los cinco hombres llegaron a la montaña de Efraín, a casa de Micá, y allí pasaron la noche. (Jueces 18, 2)


“Não se fixe voluntariamente naquilo que o inimigo da alma lhe apresenta.” São Padre Pio de Pietrelcina