Encontrados 31 resultados para: estatua

  • La mujer de Lot miró hacia atrás y se convirtió en una estatua de sal. (Génesis 19, 26)

  • destruyeron también la estatua de Baal y demolieron su templo, convirtiéndolo en un muladar hasta nuestros días. (II Reyes 10, 27)

  • Como testigos de su maldad subsisten todavía una tierra desolada y humeante, plantas que dan frutos que no llegan a madurar y una estatua de sal levantada en recuerdo de un alma incrédula. (Sabiduría 10, 7)

  • Toma precauciones para que no se caiga, pues sabe que es incapaz de valerse por sí mismo, ya que es una estatua y necesita ayuda. (Sabiduría 13, 16)

  • cuya vista despierta en los insensatos la pasión hasta hacerles desear la figura inanimada de una estatua sin vida. (Sabiduría 15, 5)

  • Se toma madera incorruptible y se busca un hábil escultor para erigir una estatua que no se tambalee. (Isaías 40, 20)

  • El que esculpe un dios, funde una estatua, que no le sirve de nada. (Isaías 44, 10)

  • Todos los fieles de esta estatua quedarán en ridículo; sus artífices quedarán cubiertos de vergüenza. (Isaías 44, 11)

  • por eso te lo anuncié desde hace mucho; antes que sucediese te lo proclamé, para que no dijeses: Lo ha hecho un ídolo; mi estatua, mi bronce fundido lo ha ordenado. (Isaías 48, 5)

  • Tú, oh rey, tuviste esta visión: Ante ti se levantaba una estatua muy grande, de extraordinario esplendor y de aspecto terrible. (Daniel 2, 31)

  • Tú seguías mirando; de pronto una piedra se desprendió de un monte sin intervención humana alguna, alcanzó a la estatua en los pies de hierro y arcilla y los pulverizó. (Daniel 2, 34)

  • Entonces se hizo pedazos todo: el hierro, la arcilla, el bronce, la plata y el oro; quedaron como el tamo de la era en verano, y fueron arrebatados por el viento sin que quedara rastro alguno de ellos; en cambio, la piedra que había herido a la estatua se convirtió en un gran monte, que llenó la tierra entera. (Daniel 2, 35)


Uma filha espiritual perguntou a Padre Pio: “O Senhor cura tantas pessoas, por que não cura esta sua filha espiritual?” Padre Pio respondeu-lhe em voz baixa: “E não nos oferecemos a Deus?” São Padre Pio de Pietrelcina