Encontrados 10 resultados para: coyundas

  • Yo, el Señor, vuestro Dios, que os saqué de Egipto para que no fueseis esclavos allí, rompí las coyundas de vuestro yugo y os hice salir con la cabeza erguida". (Levítico 26, 13)

  • pero el Señor es justo y rompió las coyundas de los opresores. (Salmos 129, 4)

  • El yugo y las coyundas hacen bajar el cuello; y al siervo díscolo, el azote y el tormento. (Eclesiástico 33, 27)

  • Sacúdete el polvo, levántate, Jerusalén cautiva. Saca tu cuello de sus coyundas, hija de Sión, cautiva. (Isaías 52, 2)

  • ¿No sabéis cuál es el ayuno que me agrada? Abrir las prisiones injustas, soltar las coyundas del yugo, dejar libres a los oprimidos, romper todos los yugos; (Isaías 58, 6)

  • Desde antiguo has quebrado tu yugo, has roto tus coyundas y has dicho: "No quiero servir". En efecto, sobre toda colina elevada, bajo todo árbol verde te has tumbado como una prostituta. (Jeremías 2, 20)

  • Me dirigiré, pues, a los grandes y les hablaré, porque éstos conocen el camino del Señor y el precepto de su Dios. ¡Pero unos y otros han quebrado el yugo y han roto las coyundas! (Jeremías 5, 5)

  • "El Señor me ha dicho esto: Hazte unas coyundas y un yugo y póntelo en tu cuello. (Jeremías 27, 2)

  • Aquel día -dice el Señor todopoderoso- yo quebraré el yugo que pesa sobre el cuello y romperé sus coyundas. No estarán más sometidos a extranjeros, (Jeremías 30, 8)

  • El árbol del campo dará sus frutos y la tierra dará sus productos. Habitarán seguros en su tierra y sabrán que yo soy el Señor, cuando haya despedazado las coyundas de su yugo y les haya librado de las manos de quienes los tienen esclavizados. (Ezequiel 34, 27)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina