Encontrados 26 resultados para: anillo

  • Cuando los camellos acabaron de beber, el criado tomó un anillo de oro de seis gramos de peso y se lo puso a ella en las narices; y luego, en sus brazos, dos brazaletes también de oro, de ciento veinte gramos de peso. Y le dijo: (Génesis 24, 22)

  • Al ver el anillo y los brazaletes que llevaba su hermana y al oírla contar todo lo que aquel hombre le había dicho, fue hasta él, pues estaba todavía con los camellos junto a la fuente, (Génesis 24, 30)

  • Entonces le pregunté: ¿De quién eres hija? Y ella me respondió: Soy hija de Betuel, el hijo que Milcá dio a Najor. Entonces le puse el anillo en la nariz y los brazaletes en los brazos. (Génesis 24, 47)

  • El Faraón se quitó el anillo de su mano y lo puso en la de José; hizo que le vistieran ropas de lino finísimo y puso en su cuello el collar de oro. (Génesis 41, 42)

  • Éstos eran dobles de abajo arriba hasta el primer anillo. Así dos tablones para los ángulos. (Exodo 36, 29)

  • Y añadió: "Quiero pediros una cosa: Dadme cada uno de vosotros un anillo de los del botín, pues como los vencidos eran ismaelitas tenían anillos de oro". (Jueces 8, 24)

  • Le contestaron: "Te los damos con mucho gusto". Él extendió su manto, y cada uno echó un anillo del botín. (Jueces 8, 25)

  • Puesto que te has enfurecido contra mí y tu insolencia ha llegado a mis oídos, pondré mi anillo en tus narices y mi freno en tus labios y te haré volver por el camino por el cual has venido. (II Reyes 19, 28)

  • Asuero se quitó el anillo, se lo dio a Amán, hijo de Hamdatá, el de Agag, perseguidor de los judíos, (Ester 3, 10)

  • El trece del primer mes, el de nisán, fueron convocados los secretarios del rey para sacar copias de las órdenes reales y mandarlas a todos los sátrapas del rey, a los gobernadores de las provincias y a los jefes de cada pueblo, según la escritura de cada provincia y la lengua de cada pueblo. Las copias fueron firmadas en nombre del rey Asuero y selladas con su anillo real. (Ester 3, 12)

  • El rey se quitó el anillo que había recobrado de Amán y se lo dio a Mardoqueo. Ester confió a Mardoqueo la gestión de la casa de Amán. (Ester 8, 2)

  • Escribid, pues, a los judíos como mejor os parezca en nombre del rey y selladlo con el sello del rey, pues un documento expedido en nombre del rey y sellado con su anillo es irrevocable". (Ester 8, 8)


“Diante de Deus ajoelhe-se sempre.” São Padre Pio de Pietrelcina