Encontrados 24 resultados para: Quisieron

  • Pero no quisieron escucharlo. Entonces el levita les sacó a su concubina. Ellos abusaron de ella durante toda la noche hasta la mañana, y al salir la aurora la dejaron. (Jueces 19, 25)

  • El Señor les envió profetas para convertirlos, pero no quisieron escuchar sus advertencias. (II Crónicas 24, 19)

  • Al lado de éstos trabajaron los habitantes de Técoa; pero sus nobles no quisieron colaborar con sus señores. (Nehemías 3, 5)

  • No quisieron obedecer, olvidándose de las maravillas que tú habías realizado para ellos. Endurecieron su cabeza y se empeñaron, obstinados, en volver a Egipto, a su esclavitud. Pero tú eres un Dios pronto a perdonar, clemente y misericordioso, tardo a la ira y lleno de bondad; por eso no los abandonaste. (Nehemías 9, 17)

  • Les instabas a convertirse a tu ley; pero ellos, obstinados, no obedecieron a tus mandamientos y pecaron contra tus leyes, que dan la vida a quien las pone en práctica; se encogieron de hombros, endurecieron su cabeza y no quisieron obedecer. (Nehemías 9, 29)

  • Quisieron incendiar mi tierra, pasar a los jóvenes al filo de la espada, estrellar contra el suelo a los niños de pecho, llevarse como botín a los muchachos y raptar a las doncellas. (Judit 16, 4)

  • Los judíos hirieron con la espada a todos sus enemigos. Fue una verdadera matanza, un auténtico exterminio, haciendo de sus enemigos todo lo que quisieron. (Ester 9, 5)

  • Judas les envió este mensaje de paz: "Permitidnos atravesar vuestro territorio para volver al nuestro; nadie os hará mal, pues no haremos más que pasar a pie". Pero no quisieron abrir. (I Macabeos 5, 48)

  • Los enemigos de los judíos quisieron entonces invadir su país para devastarlo y poner las manos en su templo. (I Macabeos 14, 31)

  • Otros, que se habían ocultado en una caverna para celebrar el sábado, fueron denunciados a Filipo y abrasados, pues no quisieron defenderse por la santidad del sábado. (II Macabeos 6, 11)

  • Los malvados que no quisieron conocerte fueron azotados por tu brazo poderoso; perseguidos con extrañas lluvias, con granizadas y aguaceros para los que no había cobijo, y el fuego los devoró. (Sabiduría 16, 16)

  • Pero no quisieron escuchar ni hicieron caso, ni se convirtieron de su perversidad, ni dejaron de quemar incienso a dioses extraños. (Jeremías 44, 5)


“Recorramos a Jesus e não às pessoas, pois só ele nunca nos faltará.” São Padre Pio de Pietrelcina