Encontrados 231 resultados para: Pecados

  • imitó en todo a Jeroboán, hijo de Nabat, y por los pecados que hizo cometer a Israel, irritando al Señor, Dios de Israel, con sus ídolos. (I Reyes 16, 26)

  • y, no bastándole imitar los pecados de Jeroboán, hijo de Nabat, tomó por esposa a Jezabel, hija de Etbaal, rey de los sidonios, y sirvió y adoró a Baal. (I Reyes 16, 31)

  • Entonces ella dijo a Elías: "¿Qué tengo yo que ver contigo, hombre de Dios? ¿Has entrado en mi casa para recordar mis pecados y dar muerte a mi hijo?". (I Reyes 17, 18)

  • Sin embargo, cometió los mismos pecados que Jeroboán, hijo de Nabat, hizo cometer a Israel. (II Reyes 3, 3)

  • Sin embargo, Jehú no se apartó de los pecados de Jeroboán, hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel; esto es, los becerros de oro, que había en Betel y en Dan. (II Reyes 10, 29)

  • Hizo lo que es malo a los ojos del Señor y cometió los pecados con que Jeroboán, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel, y no se apartó de ellos. (II Reyes 13, 2)

  • Sin embargo, no se apartaron de los pecados de la casa de Jeroboán, el que había hecho pecar a Israel; incluso el cipo sagrado siguió en pie en Samaría. (II Reyes 13, 6)

  • Hizo lo que es malo a los ojos del Señor y no se apartó de los pecados con que Jeroboán, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel, sino que caminó por ellos. (II Reyes 13, 11)

  • Hizo lo que es malo a los ojos del Señor y no se apartó de todos los pecados con que Jeroboán, hijo de Nabat, había hecho pecar a Israel. (II Reyes 14, 24)

  • Hizo lo que es malo a los ojos del Señor, como habían hecho sus antepasados, y no se apartó de los pecados con que Jeroboán, hijo de Nabat, había hecho pecar a Israel. (II Reyes 15, 9)

  • Hizo lo que es malo a los ojos del Señor y no se apartó de los pecados con que Jeroboán, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel. (II Reyes 15, 18)

  • Hizo lo que es malo a los ojos del Señor y no se apartó de los pecados con que Jeroboán, hijo de Nabat, hizo pecar a Israel. (II Reyes 15, 24)


“As almas não são oferecidas como dom; compram-se. Vós ignorais quanto custaram a Jesus. É sempre com a mesma moeda que é preciso pagá-las”. São Padre Pio de Pietrelcina